Desde el principio de los tiempos una de las reglas de la defensa en el combate entre seres humanos ha consistido en utilizar dos tácticas bien diferentes: la defensa por estabilidad, grandes murallas o fortalezas naturales, o por contra la defensa basada en el máximo movimiento con contra-ataques relámpago y sin utilizar ningun tipo de base fija.
Estas tácticas han sido extrapoladas al ser humano en su defensa individual contra otro ser humano. Se podría decir que existen dos grandes corrientes, que caracterizan intrinsecamente a las Artes Marciales respectivo: Máxima velocidad con la minima estabilidad, aprovechamiento de las inercias en los giros sin apenas puntos de apoyo (Taekwondo y algunos estilos de Kung Fu) o Máxima estabilidad con una muy pequeña diferencia en velocidad debido al rozamiento (Karate Do, Sumo, Pencak Silat, etc). En el sur de Asia son muy comunes las posiciones de más de dos apoyos (pies) y las posiciones de suelo en general, sin por ello perder ni un ápice de efectividad.
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